1 – LOS PIES SUDOROSOS
La cantidad de glándulas sudoríparas es mayor en los pies y manos que en el resto del cuerpo. La sudoración excesiva, llamada hiperhidrosis, es un trastorno relativamente común debido a causas como una especial predisposición genética o condiciones de estrés, lo cual activa al sistema nervioso a producir más sudor con el fin de mantener la temperatura corporal. En estas condiciones hay una predisposición mucho mayor a padecer infecciones por hongos o mal olor de pies.

2 – LAS INFECCIONES POR HONGOS
Las situadas en el pié son conocidas como tiñas, si afectan a la piel, u onicomicosis si afectan a las uñas. Los hongos colonizan fácilmente ambientes húmedos y cálidos, condiciones que se dan en el interior de calzados con poca transpiración y con pies sudorosos. Se trasmiten habitualmente desde zonas húmedas como vestuarios, piscinas, duchas, de ahí la importancia de no ir nunca descalzo en esas zonas.
3 – EL MAL OLOR DE PIÉS
El mal olor de pies, llamado bromhidrosis, es una afección común de las personas con pies sudorosos, producida por el acúmulo de bacterias u hongos que colonizan la piel. La higiene es por tanto muy importante para prevenir los pies olorosos, debiendo ser lavados al menos diariamente con agua y jabón neutro, y utilizando calcetines limpios y secos, de fibras naturales.

4 – LOS PIÉS SECOS Y TALONES AGRIETADOS
La piel seca, llamada xerosis, es debida a muchas causas, y puede empeorar con la edad, determinadas enfermedades vasculares o diabetes , calzado inadecuado o por aumento de peso. La piel seca y agrietada es además fuente de entrada de infecciones por hongos, ya explicadas, o víricas, como el papiloma. Los talones deben mantenerse bien hidratados con cremas específicas que ayuden a reducir la sequedad y agrietamiento de los pies.

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